miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Sexismo o evolución?


Los uniformes femeninos generan controversia o aceptación según la disciplina

"Para incrementar la popularidad del juego, deberíamos permitir que las mujeres jueguen con ropas más femeninas, como en el voleibol", manifestó el presidente del máximo organismo del fútbol mundial.


Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, desempolvó la semana pasada una polémica que cada cierto tiempo salpica al deporte femenino: ¿Son algunas vestimentas sexistas o, simplemente, se trata de dotar a las mujeres de un look mucho más acorde con su constitución física?
Más allá del talante de estas declaraciones, lo que Blatter quizás no sabe es que en el voleibol, pese a lo que muchos creen, no hay polémica con los uniformes femeninos.

Hace 20 años que no se dan variaciones en la reglamentación sobre las indumentarias. Y las jugadoras no protestan por lo ajustado de sus shorts y de sus camisetas. Al contrario, lo consideran indispensable para un óptimo rendimiento, por ejemplo, en los saltos.
En el baloncesto, en cambio, sí que hay discrepancias a raíz de una normativa de la FIBA que entra en vigor en la inminente Euroliga (12 de octubre).

Shorts más cortos (mínimo diez centímetros por encima de la rodilla), camisetas más estrechas, hombros al aire... son algunas de las modificaciones, recibidas con opiniones encontradas.
La Asociación de Jugadoras de Baloncesto (Ajub) emitió un comunicado en el que decía que "se intuye" un sesgo "sexista" en la decisión. Sin embargo, no todas las deportistas piensan igual. Tamara Abalde (Pays d' Aix) expresó: "Si en la calle vistes ropa de chica, ¿por qué no cuando haces deporte?".

Donde sí ha habido más polémica en los últimos meses ha sido en el caso del bádminton. La Federación Mundial tenía previsto aprobar por obligación el uso de faldas para, según expresó, "aumentar la popularidad" de un deporte minoritario y con muchos problemas para encontrar patrocinadores.
La decisión, sin embargo, fue pospuesta hasta finales de año ante el alud de quejas por sexismo procedentes de China, India, Malasia o Indonesia, donde las jugadoras están habituadas a llevar pantalones.
En cambio, el uso de la falda no representa ningún problema en el hockey hierba, donde las deportistas defienden las vestimentas entalladas, que se adaptan mejor a su anatomía.

Otro tema es el caso del tenis, por ejemplo. Deporte en el que las jugadoras hacen uso de sus modelos para promocionarse e, incluso, sacar réditos publicitarios de su imagen. De una imagen que vende mucho.
Un caso paradigmático es el de Venus Williams, que en ocasiones ha vestido ropa similar aun corpiño o piezas interiores cuyo color se confundía con el de su piel, en un acto claramente promocional: la estadounidense está involucrada en el diseño de ropa deportiva (EleVen).
En el voleibol playa, la indumentaria es, por definición, reducida. Los propios patrocinadores son los que, en ocasiones, proporcionan la parte superiora las jugadoras. Es uno de los pocos casos en los que la equipación 'sexy' proporciona más ayudas a las mujeres que a los hombres, como reconoció la jugadora gallega Alejandra Simón a'La Voz de Galicia'. "Y es por una cuestión estética. Las marcas preguntan por la del bikini negro, y no por el del bikini negro".



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